Igualdad si, pero la de la minoría

A todos los por qués que siempre me han acompañado desde que tengo uso de razón se ha sumado otro acompañante, un poco más maniático y más difícil de llevar que un simple por qué, es el "¿como se puede quedar alguien tan tranquilo, satisfecho, orgulloso y contento después de hacer según que cosas?". En el caso del niño tonto del coche al que hice alusión ayer sería: ¿Como te puedes quedar así de tranquilo sabiendo que miles de personas han oído tus preocupaciones más profundas?

Supongo que será porque la mayoría de esas personas piensa de la misma manera y no analiza las cosas. Ahora me viene a la mente un trozo de una canción que dice: "Si quieres ser feliz como me dices, no analices. No hasta que tu alma cicatrice, o andarás convaleciente, paciente, depresión en Occidente, progreso decadente. No puedo sonreír decentemente..."

Muchas veces pienso que me fijo demasiado en toda esta mierda de egoísmo y manías de la sociedad y que no me miro a mi mismo por si se da el caso de que yo sea como todos estos a los que critico. Pero cuando lo hago y comparo compruebo que no. Tengo mis cosas pero no soy como esa terrible mayoría. A mi no me preocupan ciertas cosas importantes que en realidad no lo son pero que tienen que parecerlo por los intereses de unos cuantos y me suelo repetir muy a menudo que no vivo solo en este mundo, que hay más gente y que mis actos pueden hacer que a otra persona le vaya mal.

Es increíble cuando un idiota va conduciendo delante tuyo y decide parar porque tiene que hacerlo, y de hecho lo hace, y el que paga las consecuencias es el de detrás. Lo mismo que los aborregados que van por la calle y deciden parar en seco sin tener en cuenta que detrás puede venir alguien. Joder que no estás solo, que hay más gente, que muy bien que uses tu libertad para hacer lo que te de la gana pero vives en sociedad, con más gente y tu no eres el centro del mundo, de hecho lo más seguro es que al resto del mundo tu le importes lo mismo que a ti te importa si lo que haces está bien o está mal. Es un tema que prefiero no alargar porque me cabrea mucho.

No puede ser que me cabreen y me pongan de mala leche tantas cosas. ¿Seré un bicho raro? Lo único que puede hacer es esculpirlo en el blog para que no se quede dentro y no acabe volviéndome un Ignatius Reilly del siglo XXI.