Los buenos y los malos

Ayer vi una serie en la tele que me dio que pensar. Se llamaba PSYCH, que significa adivino, mentalisa o algo así; bueno, iba sobre un pavo que se hae pasar por adivino, o vidente para ser más exactos, y se dedica a resolver casos de secuestros, asesinatos y demás histórias de la policía. En realidad el tipo no es vidente ni nada por el estilo sino que tiene un "don" que le permite memorizar todo lo que le rodea con una velocidad extrema y así analizar todo e ir atando cabos para al final llegar a una conclusión acertada.

Creo que esto, siendo menos exagerado en la realidad, tiene bastante de cierto. Yo normalmente me fijo en todo lo que mer rodea y analizo todos los detalles que consigo ver y luego me hago una historia y extraigo unas conclusiones que muchas veces son bastante acertadas.

No se si es que la gente no se fija tanto en nada o es que, como ya dije en otra ocasión, no analiza nada. No hablo de averiguar quien ha cometido un asesinato y saberlo simplemente observando, me refiero a que las personas son demasiado previsibles en su gran mayoría. Y siendo esto así no entiendo como se puede llegar hasta ciertos extremos por culpa de una persona, cuando casi siempre se deduce, nada más conocer a esa persona, en cuestión de un par o tres de horas, como será la trayectoria que seguirá y que es lo que puede dar lugar a que pase simplemente analizando la manera que tiene de mirar, de hablar, de moverse y de hacer las cosas. Es un poco lioso y voy a finiquitar antes de que me acabe liando yo.

A veces pienso que la gente no escarmienta y que llega al extremo del masoquismo en algunas cosas. Creo recordar que los curas cuando predican la palabra de Jesucristo, siempre dicen que si te dan una hostia tienes que poner la otra mejilla (a grandes rasgos resumo) Esto es metafórico, no quiere decir que te vayan a dar una bofetada y que tu tengas que girar la cara para que te peguen otra. Aunque creo que este mandamiento, ley o pensamiento profundo del redentor también se refería a esto, (a lo de llegar al extremo de lo inconcebible) y mucha gente sigue este ejemplo en sus rutinarias vidas convencionales. Los que no lo siguen tanto son quienes lo predican. A la iglesia le van a dar un golpe y va a poner la otra mejilla. Seguro. Mientras haya quien esté dispuesto a poner la otra mejilla habrá quien no deje de dar golpes.


Esto es lo mismo que pasa con todo. Siempre habrá gente que esté dispuesta a hacer algo que otros no y también habrá quien se aproveche de ello.
Si yo tengo un piso y lo pongo a la venta y pido un precio desorbitado pero hay quien esté dispuesto a pagarlo, ¿Lo voy a abaratar o intentaré pedir más? Siguiendo este razonamiento y aplicándolo a todo lo demás, ¿Quien va a hacer algo para cambiar algo que ya está bien aunque perjudique a los demás, si siempre habrá quien esté dispuesto a aguantarlo?

A menudo pienso que no quiero volverme así de egoísta o ambicioso, entre comillas, que es el eufemismo que se usa para calificar a los especuladores, ya sean de dinero o de sentimientos que también los hay. No quiero volverme así pero me fijo en lo mucho que ha subido el odio, el egoísmo y el egocentrismo y pienso que esto ya no hay quien lo pueda parar. Educación, tecnología, siglo veintiuno... mucha mierda de intereses es lo que hay. Y es inevitable que todos vayamos en esa dirección y acabemos siendo todos iguales para llegar a acabar acabando con nosotros mismos entre nosotros.